El pasado 12 de marzo tuvo lugar la 95ª ceremonia de los premios Oscar, donde “Todo a la vez en todas partes” se alzó como la vencedora de la noche, consiguiendo 7 de las 11 estatuillas a las que optaba, entre ellas la de Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz Protagonista y Mejor Actor y Actriz de Reparto, convirtiéndose en la película más premiada de la historia. El triunfo de la cinta dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert y protagonizada por Michelle Yeoh supone no solo una victoria para el cine de género, que no suele obtener reconocimiento en las ceremonias de premios, sino también un logro y un avance para la representación asiática en Hollywood.
No obstante, “Todo a la vez en todas partes” no es la única representación de Asia de la que hemos podido disfrutar en los Premios Oscar de estos últimos años, sino que podemos rescatar otros estupendos títulos que sentaron precedente como “Parásitos” de Bong Joon Ho, ganadora en 2020 de 4 estatuillas, entre ellas la de Mejor Película; o “Minari. Historia de mi familia” del director Lee Isaac Chung, largometraje que hoy recuperamos, siguiendo con nuestra serie de recomendaciones de cine coreano.
La cinta, que habla sobre los comienzos de una familia de origen coreano en una granja de Arkansas durante la década de 1980, logró hacerse hueco en la categoría de Mejor Película en los Premios Oscar de 2021 donde sumó un total de 6 nominaciones, entre las que destacaron varias para Lee Isaac Chung -Mejor Dirección y Mejor Guion Original– así como para varios de sus actores –Mejor Actriz de Reparto y Mejor Actor Protagonista-, batiendo cifras récord en lo referente a la nominación de actores y directores descendientes de Asia Oriental. La película logró alzarse con el premio a la Mejor Actriz de Reparto para la surcoreana Youn Yuh-jung, que se convirtió en la primera actriz coreana y la segunda actriz asiática en ganar un premio de la Academia de Hollywood.
Más allá de los premios, entre los que «Minari» acumula una cantidad notable, el largometraje producido por Brad Pitt y cuyo título esconde un bonito significado metafórico, nos habla del retrato de la familia, pero no acude a convencionalismos ni se queda en la superficie, sino que hace uso de experiencias personales sobre la infancia del propio Chung para construir un relato semi-autobiográfico donde el pequeño David parece un alter ego del ya mencionado director.
Dentro de una narrativa aparentemente sencilla, Lee Isaac Chung reproduce fielmente la Norteamérica rural de los años 80 y la realidad de la inmigración a Estados Unidos, que aparte de contextualizar el relato, dotan a la película de mayor profundidad, acompañando al tema principal de la cinta, la familia; que a su vez se ve complementado por subtemas como la persecución del sueño americano, la necesidad de conseguir el éxito, el sacrificio familiar o la capacidad no tan inocente de los niños para afrontar y advertir los problemas familiares.
Todo ello da pie a un largometraje catalogado en el drama, que sin embargo juega perfectamente con el tono emocional de cada secuencia, presentando escenas de gran carga dramática y emocional, junto a otras de fuerte componente cómico, algo que es fruto del trabajo de guion del propio director, y que destaca no solo por su control de los géneros, sino también por la ruptura del estereotipo de la típica abuela o suegra asiática, estricta y tradicional.
No obstante, para esto último es importante a su vez el papel de la veterana actriz Yuh-jung Youn, que ofrece una interpretación sobresaliente, y que acompaña a un reparto muy completo, con interpretaciones destacables en su conjunto, desde los nóveles Alan S. Kim y Noel Cho, que dan vida a los niños de la familia, hasta los adultos Yeri Han y Steven Yeun.
En un momento en el que la importancia de la representación es una cuestión de actualidad y necesidad, Minari pone el foco en una realidad hasta el momento invisibilizada.
Actualmente la película se puede disfrutar en la plataforma de streaming HBO Max.
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